sábado, 1 de noviembre de 2008

Entrevista a Juan Acosta




“Soy un enfermo de la televisión”

Es humorista, monologuista, actor, pintor y cantante. Hace todo lo que le gusta, pero le tiene pánico al paso del tiempo. Crítico constante de la televisión, su carrera junto a Antonio Gasalla ha dejado en la gente el recuerdo de uno de sus personajes más queridos: Naboletti.


Juan Acosta llama la atención por donde se lo mire. Es alto, grandote y tiene las uñas pintadas de algún color exótico. Por la calle la gente lo llama Juancito y alguna persona, un poco más grande, todavía lo recuerda como Naboletti, el personaje emblemático que hizo durante 10 años mientras trabajó junto a Antonio Gasalla en la televisión.
-¿Cómo define su humor?
-Lo mío es una mezcla de humor cotidiano con ciertas reminiscencias de lo que puede ser humor corporal. Uso mucho el cuerpo y no sólo la palabra. Yo creo que existe un estilo de humor que marca la diferencia de un humorista con otro. Admiro el humor inteligente, que no tiene que ver con una persona más culta que la otra sino con las cosas que dicen.
-¿Cómo surge su interés por la comedia y cuál fue su acercamiento a la televisión?
-Lo mío surge en una iglesia y por casualidad. Yo estaba en catequesis y el cura preguntó en la misa para que servían los padrinos. Levanté la mano, el sacerdote me hizo parar al frente y ahí dije: ‘para hacer regalos’. Todos se empezaron a reír y, desde el altar, pensé: “qué lindo que es estar de este lado”. De grande comencé a estudiar teatro con Lito Cruz y en el `84 fui a dar una prueba para Antonio Gasalla para hacer Gasalla en terapia intensiva y ahí supe que definitivamente me iba a dedicar a esto.
La música y la pintura también forman parte de la vida cotidiana de Juan Acosta. “La música es algo muy directo, que va enseguida al corazón de las personas”, expresó. Ha tenido varias bandas. La primera se llamaba Sopapa de Ultratumba. “Sopapa fue una especia de contracultura en un momento donde las bandas eran grandes bandas y tenían grandes músicos. Entonces con un amigo dijimos ‘no sabemos tocar, pero vamos a tocar igual’. Eso fue en el ´76 cuando comenzaba el punk. Un día teníamos que tocar en un bar del bario el lugar estaba lleno. Pero no fui. Me fui a Constitución y me tiré debajo de un árbol. No me sentía seguro como músico”, recordó el humorista. Como pintor, ha logrado exponer cuadros suyos en el Centro Cultural Recoleta. Ahora, dice Acosta, ya siente que es pintor, porque se cierra un círculo: el artista muestra lo que hace y a alguien le interesa lo que él hace.
-¿Mira televisión?
-Soy un enfermo de la televisión. En mi casa hay 4 televisores funcionando al mismo tiempo. Miro de todo. No veo algunas como Gran Hermano que me parece una pelotudez más grande que una casa. Me gusta ver mucho sitcoms, películas viejas. Adoro El Superagente 86, Casado con hijos (la versión norteamericana) y Saturday Night Live.
Sin embargo, y más allá de tomarse la vida con humor, un cambio tremendo para Juan Acosta fue pasar de los 49 a los 50. “Me siento joven y hago cosas de jóvenes, pero pienso en la edad física y me genera un poco de incomodidad. Tuve crisis a los 30, a los 40 y ahora a los 50. Seguramente la tendré a los 60, si llego”, expresa con miedo. “A veces uno se cree eterno”.

Paula Brunetti

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